España bajo la Sombra de Franco: Una Mirada a su Historia y Economía

A partir de las década de los 40 del siglo pasado, España atravesó un período histórico marcado por la dictadura de Francisco Franco, régimen que, en todos los aspectos (culturales, políticos, religiosos, sociales y, también económicos) dejó una profunda huella en la nación ibérica. 

El régimen franquista comienza tras la Guerra Civil Española, conflicto que se extendió desde 1936 hasta 1939 y que tuvo profundas consecuencias para España, dejándola dividida, ideológica y geográficamente. Tras la victoria de las fuerzas "nacionales" lideradas por Francisco Franco, se estableció una dictadura, que marcó la historia del país durante las siguientes décadas, hasta la muerte de Franco en 1975. Este régimen, conocido por su autoritarismo, impuso un control estricto sobre la sociedad, limitando las libertades individuales y reprimiendo cualquier oposición política.  

En el ámbito económico, se adoptó inicialmente un modelo de economía dirigida por el Estado con base en políticas autárquicas que buscaban la autosuficiencia y la independencia económica. Aunque estas medidas inicialmente proporcionaron estabilidad, también condujeron a un aislamiento internacional y plantearon importantes desafíos económicos a largo plazo.

La política de autarquía económica implementada durante la primera etapa dictadura de Franco en España trajo consigo el que el país dependiera en gran medida de sus propios recursos, limitando drásticamente el intercambio comercial con el resto del mundo. Este sistema autárquico, aunque  buscara la autosuficiencia económica, tuvo consecuencias perjudiciales para la calidad de vida de muchos de los ciudadanos. Así, la escasez de bienes y servicios esenciales se convirtió en una realidad, afectando negativamente a la mayor parte de la población. Además, el aislamiento autoimpuesto de España respecto de la comunidad internacional tuvo repercusiones significativas en términos de desarrollo económico. La falta de participación en el intercambio comercial global y la limitada atracción de inversiones extranjeras contribuyeron a la percepción de España como un país rezagado en el ámbito económico. Esta forma de política económica, marcada por la autarquía, dejó una marca duradera en la memoria histórica del país, que puso de manifiesto las negativas consecuencias de la adopción de un modelo cerrado y aislacionista en el desarrollo socioeconómico.

Frente a esta etapa inicial, a partir de finales de los 50 y, sobre todo en las de los 60, España experimentó un "milagro económico", siendo diversos los factores determinantes de este cambio, en el que destacó la apertura al exterior, los que supuso que circunstancias como el boom del turismo se fueran consolidando como fuentes clave en la entrada de ingresos. Así, la llegada masiva de visitantes extranjeros, atraídos por el clima mediterráneo y la riqueza cultural del país, contribuyó significativamente a la expansión económica. Además, las remesas enviadas por los emigrantes españoles que buscaban oportunidades en el extranjero se convirtieron en otra importante fuente de divisas.

La apertura gradual al comercio internacional también desempeñó un papel esencial, facilitando la integración de la economía española en los mercados globales. Sin embargo, a pesar de estos avances económicos, es crucial señalar que los beneficios de este crecimiento no se distribuyeron de manera equitativa en todos los estratos sociales. Persistían desigualdades económicas y sociales, lo que sugiere que, a pesar del "milagro económico", el desarrollo inclusivo aún representaba un desafío para la sociedad española de la época.

La muerte de Franco en 1975 marcó el inicio de una nueva era para España, caracterizada por un proceso de transición hacia la democracia. Este periodo de cambio político también tuvo profundas implicaciones económicas, ya que el país optó por la adopción de políticas destinadas a modernizar su economía y alinearla con las prácticas internacionales. Durante la transición democrática, se implementaron reformas económicas que buscaban fomentar la apertura y la competitividad en el mercado global. Aunque estos esfuerzos llevaron a avances significativos y a un crecimiento económico sostenido, también dejaron retos pendientes. Entre ellos, destacaba la necesidad de abordar las desigualdades económicas provocadas en la era de la dictadura. 

A pesar de los logros, algunos estratos sociales continuaron enfrentando disparidades económicas, destacando la complejidad de la tarea de construir una sociedad democrática e inclusiva en la posdictadura. Este periodo de transición económica y política dejó un legado importante en la historia de España, delineando los desafíos y las oportunidades en la construcción de una sociedad más equitativa y próspera.